En las temporadas veraniegas, uno de los problemas más frecuentes que se suceden en la gente y especialmente en los niños, las embarazadas y los adultos mayores es la aparición del denominado “golpe de calor”, definido por el Ministerio de Salud de la Nación como “el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento”.
Por ello dialogamos con la doctora Maricel Sabetta, médica clínica del Centro de Salud de la localidad de Aldao, para conocer su sintomatología y para evitar que se sucedan estos cuadros.
Como métodos de prevención, se deben evitar las bebidas con cafeína, con excesivo azúcar, muy frías o muy calientes, o con contenido alcohólico. Además se debe tomar abundante agua durante todo el día, permanecer en lugares ventilados, utilizar ropa clara y holgada, reducir la actividad física en los horarios clave y descartar las comidas abundantes reemplazándolas por frutas y verduras.
Los adultos mayores y las embarazadas deben permanecer bien hidratados de manera continua, extremando aún más las precauciones. Todos los grupos etarios deben evitar la exposición al sol en determinados horarios, y utilizar protectores solares superiores al factor 65. En el caso de los niños, darles el pecho y bañarlos más frecuentemente; mientras que los mayores de 6 meses deben beber jugos naturales y hacer juegos tranquilos. Y un punto que pocas veces se tiene en cuenta: no permanecer dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Los síntomas del golpe de calor son temperatura mayor a 39º, sudoración excesiva, piel seca o irritada, agotamiento, debilidad, mareos, desmayos, falta de apetito, dolor de estómago y de cabeza, náuseas y/o vómitos.
Es importante actuar rápidamente. Los primeros auxilios incluyen bajar la temperatura corporal. Es importante ofrecer agua fresca y trasladar al afectado a un lugar fresco y ventilado. Descartar la administración de medicamentos antifebriles o de friccionados con alcohol. Ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse al centro de salud más cercano.
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